En este ambiente de calma y tranquilidad es donde Azooma se forman en 2004. No hay mucha información sobre ellos, aparte de los consabidos cambios de formación en toda banda que empieza, hasta que en 2014 lanzan este miniCD de 6 temas y casi 35 minutos. A Hymn of the Vicious Monster es su presentación en público y deja el listón alto, muy alto.
Y eso que a priori no tenía muchas expectativas, ya que en la búsqueda del siguiente pelotazo musical, los grupos de orígenes exóticos son un caramelito. Desde que en su día Sepultura hicieron que todo el mundo se girara hacia Sudamérica, casi que se podría decir que ninguna otra banda ha logrado semejantes niveles de popularidad llegando desde fuera de Europa o Norteamérica.
En primer lugar, la calidad de sonido es casi perfecta. En lugar de tirar hacia una producción pesada y brutal, más propia de los grupos de death metal actuales, optan por un sonido más clásico, al estilo de los Death o Pestilence. Se pueden apreciar perfectamente todos los instrumentos con nitidez sin que ello le reste un ápice de contundencia a los temas.
Instrumentalmente, el disco es una delicia. Con variados cambios de ritmo, partes acústicas, pasajes directos de death metal a saco que se intercalan con otros más progresivos o experimentales, la banda deja claro en todo momento que saben lo que hacen, sin caer en el virtuosismo porque sí. Temas como Gyrocompass, de más de 10 minutos de duración, se hacen cortos a la escucha sin que en ningún momento se hagan repetitivos o pesados. En otros como Encapsulated Delusion sacan a relucir su versión más directa y, por decirlo de alguna manera, cafre, y en Self-Inflicted meten un par de riffs pegadizos de esos que se te quedan en la cabeza durante días.
Una pasada de miniCD, lástima que se hace corto. Habrá que esperar a su primer larga duración, que ahora mismo están grabando, para ver si se confirma todo lo que han dejado apuntado en este lanzamiento. Mientras tanto, a disfrutar como enanos de este A Hymn of the Vicious Monster!!!