Nuevo disco de los maestros americanos del death metal Suffocation. Poco queda que decir sobre su trayectoria a estas alturas de una de las bandas más copiadas del género. Han mantenido una trayectoria estable a lo largo de casi 30 años de carrera, a pesar de los múltiples cambios de formación.
Siempre fieles a sus raíces, han sabido introducir matices en su sonido para no caer en la repetición. A pesar de que en este disco estrenan guitarrista (tras la salida de Guy Marchais por motivos familiares después de 13 años en la banda y ser uno de los miembros fundadores de la misma en 1988) y batería (el hueco dejado por Mike Smith en 2012 sigue siendo difícil de llenar), la identidad de Suffocation sigue firme y los nuevos fichajes se acoplan a la misma.
Una vez más, el sonido del disco es contundente como pocos. Sin ser excesivamente técnicos, Suffocation son lo suficientemente enrevesados para necesitar de una buena producción para poder apreciar todos los detalles de su música. El sonido, nítido pero a la vez contundente les hace plena justicia.
El disco empieza sin tregua, con la rápida Clarity Through Deprivation. Pronto entran en juego las partes más pesadas, que a lo largo del disco van dando más juego a los temas, a veces de tal manera que en una misma canción hay partes tan distintas que a veces parecen mezcladas sin ton ni son. Se puede notar en The Warmth Within the Dark, por ejemplo. Además, hay numerosos parones, más propios del death metal modernete (es eso lo que llaman Slam?), que a veces cortan el ritmo del tema. En cambio Return to the Abyss o el tema-titulo, …Of the Dark Light, con menos cambios bruscos, resulta ser de los mejores temas del CD junto con Some Things Should be Left Alone, que tiene un riff brutal, y Caught Between Two Worlds.
No sé por qué, pero me ha costado que me entre (y escribir la reseña ni os cuento). El sonido es genial, la interpretación de los temas roza la perfección, y sin embargo a mí no me termina de cuajar. De los discos publicados por los grandes del death metal este 2017, para mí es el más flojo, a pesar de que aún así están por encima de multitud de grupos del género.