Nuevo año, más música. Atacamos sin más dilación una nueva tanda de reseñas breves.
Empezamos con buen pie con el nuevo álbum de los suecos Avatarium, The Fire I Long For (Nuclear Blast). Una mezcla de heavy metal clásico y rock progresivo con fuertes tintes de doom metal (empezaron como un proyecto de gente de Candlemass y se nota). Hay muy buenas canciones repartidas a lo largo del disco, cuya escucha es una gozada, de principio a fin.
Los islandeses Une Misère debutan con este Sermon (Nuclear Blast). Compuesta por gente proveniente de la escena hardcore, en este proyecto incorporan elementos de death metal para crear una propuesta totalmente metalcore. Suenan agresivos e intensos pero, en mi caso, acaban aburriendo. Hay que reconocer que tienen dos o tres chispazos interesantes, pero nunca llegan a engancharme.
Los americanos Red Death practican un thrash de la vieja escuela y en este Sickness Divine (Season of Mist) ponen encima de la mesa todo el manual del género. Es una especie de Megadeth cantado por Robb Flynn, para explicarnos. No está mal, pero le falta personalidad. Me he pasado todo el disco intentando adivinar en qué disco he oído cada riff.
Desde Carolina del Norte llegan Bask con III (Season of Mist), que, oh sorpresa, es el tercer álbum de su carrera. Un buen disco de Stoner Rock con aires progresivos (hay alguna sección digna de Dream Theater) y un ligero toque a lo Mastodon, muy lejos de cualquier etiqueta «metal» pero muy recomendable. Buenas canciones, buenos riffs y un disco que entretiene.
En Fighter Records siguen adelante con su campaña de recuperación del heavy metal más clásico. El debut de los catalanes Street Lethal, Welcome to the Row, contiene 6 temas de un heavy metal ochentero con fuertes aires Mötley Crüe, aunque en varios momentos afilan su sonido, acercándolo al speed metal. Hay que reconocer que tocan bien, pero su propuesta es poco original. Muy efectiva, porque el disco entretiene, pero poco original.
Ya sabéis, el próximo mes, más.