Sexto álbum de estos canadienses practicantes de un deathcore bastante interesante. Formados en 2002, cuando publicaron su primer álbum, tuvieron un parón entre 2010 y 2014, tomándose la vuelta con calma ya que no publicaron su siguiente disco hasta 2016. Es curioso que, a su regreso, mantuvieran íntegra la última formación antes de su despedida. Es algo que, la verdad, no suele pasar.
Despised Icon siguen al pie de la letra el manual del deathcore, si bien cuando tienden hacia el death metal lo hacen realmente bien. De esta manera, creo que han sido de lo que más me ha gustado hasta ahora de este género, y ello gracias a su buen hacer cuando meten death metal.
El disco suena muy bien, ocupándose la propia banda de la producción. La grabación la han llevado a cabo entre varios estudios de su Quebec natal, contando con la colaboración de Yannick St. Anand, que fuera guitarrista de la banda y ahora se encarga de los samplers. El sonido de guitarras es pesado, muy pesado, construyendo un muro de sonido tremendo, en el que el bajo rellena cualquier hueco que pueda haber. Todo ello se complementa con el ataque de sus dos vocalistas, que se reparten los tres registros (un tono más «metalcore», un tono gutural de death metal clásico y otro «gorrinillo» propio del brutal death más moderno).
El disco es bastante irregular. Tiene momentos brutales e increíbles (el riff del estribillo de Purgatory, Light Speed hasta la parte de los breakdowns, Slow Burning entero, los riffs de la parte intermedia de Vies d’Anges, Moving On o Legacy al completo), pero muchas veces las buenas secciones de los temas son interrumpidas por los típicos breakdowns del metalcore, esas partes con esa voz que ni es limpia ni es gutural… en fin, que son muy buenos haciendo death metal, pero le meten la parte metalcore y echan a perder todas las buenas sensaciones que estaban dejando.
Uno de esos discos difíciles de valorar, porque tiene partes muy buenas y otras que me resultan infumables. Si sólo fuera por la parte death metalera se llevaban un notable alto, pero cuando dejan fluir esa vena más moderna pierden puntos, quedándose al final con un mero aprobado.