Mes del metal extremo, sin duda, a juzgar por el contenido de las reseñas breves…
Los holandeses Sinister siguen al pie del cañón a pesar de los múltiples cambios de formación por los que han pasado. Su reciente Deformation of the Holy Realm (Massacre Records) es fiel a lo que mejor saben hacer: death metal brutal oscuro y cavernoso a mil por hora. Se mantienen fieles al sonido que ayudaron a crear, sin salirse un ápice del género, dando la sensación de haber oído esto antes.
Segundo disco de Deathwhite, que ha sido una grata sorpresa. Este Grave Image (Season of Mist) es un compendio de excelente doom metal melódico con ramalazos góticos, que vienen dados principalmente por la voz limpia que domina el disco. Lento y pesado en su mayor parte, intercalan algunas partes rápidas que ayudan a que el disco no sea aburrido. Muy interesante trabajo, del que el tema In Eclipse es el mejor ejemplo.
Aversions Crown no dejan títere con cabeza en su último trabajo, Hell Will Come for Us All (Nuclear Blast). Practican un deathcore de altísimo nivel técnico, con partes muy chulas y otras, las más metalcoreras, menos molonas. A esto que hay que sumar unos estribillos pegadizos y melódicos que se alternan con riffs hiperrápidos o hiperpesados, según el momento. Para mí pasan sin pena ni gloria.
Mucho más fieles a los sonidos clásicos son Vampire, que en Rex (Century Media) han facturado un buen disco de death metal melódico old school con un punto de thrash metal ochentero rollo Exodus que les hace sonar más «clásicos» si cabe. A mí no me terminan de entrar, pero he de reconocer que está bastante logrado.
Los veteranos Aurora Borealis vuelven con Apokalupsis (Casus Belli). En la misma línea del genial World Shapers de 2014, a pesar de gozar del mismo buen sonido, líneas melódicas y brutalidad que aquel no ha llegado a engancharme de la misma manera. Es un buen disco, pero el anterior tenía ese intangible que lo hacía mucho más pegadizo y que no han logrado replicar en este Apokalupsis.
Acabamos con la original propuesta de los suecos Descend. Imaginaos al hijo bastardo de una noche loca entre los antiguos In Flames y Dream Theater, pues así suena este The Deviant (Aftermath Records). Descend funden death metal melódico y metal progresivo con bastante buen tino, uniendo partes rápidas con voz gutural y partes atmosféricas con voz limpia, aunque creo que desaprovechan la oportunidad de romper esa frontera para fundir ambos sonidos. Aun así, merece la pena.