Con las laaaaargas vacaciones que me tomé se han quedado un montón de reseñas breves en el tintero que poco a poco habrá que ir sacando…
Empezamos con Bait y su Revelations of the Pure (Les Acteurs de l’Ombre). Una acojonante mezcla de black metal y hardcore. Un disco oscuro, agresivo y desgarrador pero sin renunciar a la melodía. Aquí hay de todo, partes rápidas blackmetaleras, pesadas dignas del hardcore, medios tiempos atmosféricos.. Un discazo en toda regla y un descubrimiento como banda.
Desde Rusia llegan Katalepsy con Terra Mortuus Est (Unique Leader). Puro brutal death con espacio para partes pesadas y algún atisbo de melodía. Buenos riffs, ritmos movidos y groove que ayudan a que la escucha del disco no sea un KO por derribo. Sonido perfecto, nítido y limpio en un buen trabajo del metal más brutal que hay.
Los clásicos Heathen tienen nuevo trabajo, Empire of the Blind (Nuclear Blast). Heathen son unos clásicos de la segunda ola del thrash metal que viven una segunda juventud desde su reformación en 2001. Este es su segundo álbum desde la reunión, un speed metal con un cierto aire ochentero, repleto de estribillos coreables, buenas melodías y riffs pegadizos sobre una base más pesada que rápida. Es un buen disco de metal clásico con un sonido totalmente moderno.
Igual apuesta por sonidos clásicos hacen los americanos Greyhawk, que publican su debut Keepers of the Flame (Fighter Records). Se trata de un correcto álbum de heavy metal clásico, encabezado por un vocalista que parece el gemelo de King Diamond. Con todos los ingredientes propios del género, el brutal parecido entre vocalistas a veces despista un poco, cuando se sale de esos tonos ganan en personalidad.
Otros clásicos que siguen a lo suyo son Paradise Lost, que publican su decimosexta obra, Obsidian (Nuclear Blast), nueva entrega de uno de los pilares sobre los que se asientan los cimientos del metal extremo. Han conseguido aunar las veleidades más góticas de su época intermedia con el doom/death de sus inicios, en un buen disco en el que las melancólicas melodías y los juegos de voz limpia/gutural hacen que sea entretenido, pero tampoco dejará huella en su carrera.