Otra de retornos que nos deja 2020. En este caso son los australianos Abramelin los que presentan nuevo álbum, 20 años después de su segundo trabajo (Transgression) y 7 después de que Century Media publicara la caja Transgressing the Afterlife que recopilaba todos sus trabajos anteriores. Parece que aquella recopilación les puso las pilas y poco a poco fueron retomando su actividad hasta llegar a este Never Enought Stuff que la banda se ha autoeditado.
Impulsados por el guitarrista Tim Aldridge y el vocalista Simon Dower, consiguieron juntar de nuevo al guitarrista Matt Wilcock y al bajista Rob Mollica de la primera época de la banda y para completar la formación han reclutado al batería David Haley (Psycroptic). Sin prisas han optado por autoproducirse y autoeditarse el álbum, casi más como hobby que como banda a tiempo completo.
El álbum goza de un sonido limpio y nítido, en el que cada instrumento se aprecia perfectamente. Una batería de sonido seco en la caja y bombos limpios es la base sobre la que guitarras y bajo construyen un muro afilado pero no demasiado salvaje. Es un death metal rápido y agresivo, pero limpio, en una puesta al día de su sonido que sin embargo, no resta un ápice de punta a los temas.
El disco va alternando entre temas rápidos y otros en los que se entremezclan partes pesadas y rápidas, con un puñado de buenos riffs repartidos a los largo del disco. Así, merece la pena destacar el inicial Never Enough Snuff, el rápido, rítmico y pegadizo Full Gore Whore, el interesante Horror-Zontal en el que juegan mucho con las partes rápidas y las pesadas, aderezado con un buen riff, o Play With Your Prey.
Siempre es bueno saber que auténticas leyendas del underground se mantienen en activo, y más cuando es demostrando, como hacen Abramelin, que además están en plena forma.