Nueva entrega en directo de Iron Maiden, que hace el undécimo lanzamiento de este tipo en su discografía. Estaba claro que, tras una gira de grandes éxitos como fue la Legacy of the Beast de 2018, iba a caer disco en directo. De todas formas, Iron Maiden están en un punto de su carrera en el que pueden hacer lo que quieran. Después de pasarse los 80 currando como locos y sobrevivir a la dura resaca que fueron los 90, la perseverancia de Steve Harris y compañía está ahora dando sus frutos.

La suerte (o desgracia, nunca se sabe) es que estuvimos allí. Nos liamos la manta a la cabeza y cuatro amigos nos plantamos en Madrid para asistir a la parada española de la gira, con el resultado que comentamos aquí. Ahora toca ver el resultado de la grabación.

Grabado en el Palacio de los Deportes de Ciudad de México durante los tres conciertos que dieron allí el pasado septiembre, puede decirse que suena «a directo». El sonido es muy bueno, con esa saturación propia de los conciertos, a pesar de lo cual se aprecia todo bastante bien (aunque, al igual que en Madrid, muchas veces no sé dónde está la tercera guitarra, ¿tal vez desenchufada?).

El set-list es el mismo que el que vimos nosotros. Iron Maiden no son amigos de ir cambiando los temas y menos en esta gira, en el que prácticamente cada tema llevaba un telón propio y Dickinson sacaba un atrezzo acorde al mismo. Están todos los clásicos. Bueno, hablando de Maiden, casi todos porque con semejante legado, escoger 16 temas para un set-list siempre va a suponer dejarse algo en el tintero. Pero además, hay sorpresas como dos canciones de la época de Blaze (The Clansman, lo único rescatable del Virtual XI, y Sign of the Cross) y que no tocaban desde 2004 o Flight of Icarus, que no tocaban en directo desde 1986. Yo pensaba que caerían también temas como Can I Play With Madness o alguna rápida del estilo Be Quick or Be Dead, pero creo que el set-list está bien como está.

Se ve a la banda en buena forma. Quizá a Dickinson es al que más se le nota en algunos casos que no llega al tono, pero por otro lado refleja la fidelidad del concierto. Además, para tener 62 años y haber superado un cáncer de garganta, su voz no se ha resentido tanto como se puede ver en otros cantantes coetáneos. El resto de la banda cumple, nunca han sido virtuosos corremástiles pero son capaces de ofrecer un concierto sólido, que al final es de lo que se trata.

Una cosa que me extraña mucho es que no haya salido un DVD/BluRay del concierto. En una gira con un importante y cuidado componente visual, es algo más que raro, pero bueno, cosas más raras se han visto.

Resumiendo, un disco en directo de Iron Maiden siempre es garantía de buen material y este Nights of the Dead, Legacy of the Beast: Live in Mexico City no desmerece. Ahora tocará esperar su nuevo material.