¡Por fin! ¡Phil Anselmo ha conseguido sacar adelante un proyecto de black metal! Después del fallido intento con Eibon, llegan Scour, que debutan con este Black (Nuclear Blast). Se trata de un black metal furioso, con algún ramalazo industrial, grindcore y death metal. Hay involucrada gente de Pig Destroyer, Agoraphobic Nosebleed o Misery Index, con lo que el buen resultado está garantizado: cambios de ritmo, riffs potentes y algún que otro solo en un lanzamiento breve e interesante.

Más black metal, esta vez de la mano de Darkenhöld, que publican Arcanes & Sortileges (LADLO). Se trata de un buen e interesante disco de black metal, con numerosos arreglos y melodías y un aire en la producción bastante noventero. Me recuerdan muchísimo al primer álbum de Seth, lo cual es siempre garantía de buen trabajo.

¿No tenéis suficiente? Por si acaso vamos con el último álbum de Hyrgal, Fin de Règne (LADLO). Más black metal francés, lo que últimamente empieza a sonar a sello de garantía de buena música. Este álbum es un buen disco de black metal clásico, con un sonido limpio y nítido. No hacen nada nuevo, pero al menos lo que hacen está muy bien.

Dejamos el black metal y vamos con la última obra de los clásicos Sodom, Genesis XIX (Steamhammer). Mi relación con Sodom es una de altibajos: Sus discos o me encantan (Agent Orange, ‘Til Death Do Us Unite) o no los trago. Este Genesis XIX nos trae unos Sodom más domesticados, por momentos diría que cercanos a Slayer. Es más, el tono de voz recuerda al de los últimos tiempos de Araya y hay riffs que no desentonarían en un disco de Slayer. No está mal, pero no me ha tocado la fibra.

Acabamos con Ilsa, que presentan su último trabajo, Preyer (Relapse Records). Ilsa son otro grupo de doom/stoner metal de esos que tanto le gusta sacar a Relapse Records. Tienen algún ramalazo de death metal por ahí suelto que anima la cosa, pero en general los temas son medios tiempos pétreos y pesados. A mí se me ha hecho bastante cuesta arriba, la verdad.