Llevamos una temporada en la que no paran de salir bandas francesas cuya base es el black metal y a partir del cual cada una va desarrollando su particular visión del mismo. Entre las de inspiración más clásica (como las que publica Les Acteurs de l’Hombre) y las que van saliendo de aires más modernos (como Regarde les Hommes Tomber), se está creando un movimiento ciertamente interesante.
Déluge pertenecen a esa segunda variante, de aires más modernos. Formados en Metz en 2013, debutaron discográficamente con Æther en 2015 (y que publicara precisamente LADLO). Tras su fichaje por Metal Blade (siempre atentos al underground, desde luego), se han tomado con calma la composición de su segundo trabajo, este Ægo Templo. Su propuesta es una especie de post-metal con influencias de black metal y hardcore melódico.
El disco lo han grabado en los Deviant Lab Studios con François Thibault y puede decirse que han logrado un sonido muy bueno. La producción se aleja del black metal tradicional para buscar un sonido más moderno, más propio del post-metal que del black clásico. Así, la batería suena muy contundente, el bajo retumba y las guitarras suenan a la vez melódicas y espesas, formando un muro de sonido. Como colofón, alternan dos voces, una melódica y otra agresiva, más propia del hardcore que del black metal.
Los temas no están mal. Van jugando con las influencias antes mencionadas, alternando así entre momentos de furia intensa, partes atmosféricas y ritmos más pesados y contundentes, siempre con esas melodías que caracterizan al post-metal. Merece la pena destacar el riff pegadizo en la parte más pesada de Opprobre, la parte narrada de Gloire Au Silence, melódica y oscura y el intenso medio tiempo melancólico de Baïne.
Es un disco de ramalazos, donde el ingrediente principal es el post-metal y el hardcore y el black metal son meras pinceladas al conjunto. He de reconocer que combinan muy bien las partes melódicas y las partes agresivas, pero a la larga se me acabó haciendo un poquito largo.