Empezamos con los noruegos Cadaver, que vuelven a la escena con Edder and Bile (Nuclear Blast). Retornan a la acción tras 14 años desde el último EP de la banda y 16 desde su último LP. Tiene buenos riffs repartidos por el álbum y secciones a medio tiempo interesantes (en Deathmachine, por ejemplo), pero en general transcurre a mil por hora, siendo un tanto desquiciante. No está mal, pero no es ninguna maravilla. Cuando bajan el pistón es cuando suenan más interesantes.
¿Hjelvik? ¿Quiénes son estos tipos que de la nada se han sacado un contrato con Nuclear Blast? Se trata del nuevo proyecto del antiguo vocalista de los punk/blackers Kvelertak, que dejó la banda por sorpresa hace un par de años. Debutan con Welcome to Hel (Nuclear Blast), un curioso disco de heavy/viking metal, de sonido más clásico, rápido y con bonitas melodías de guitarra. Se deja escuchar.
El premio al disco raro de la semana se lo llevan In Cauda Venenum y su G.O.H.E. (LADLO Productions). Nada menos que dos únicos temas de más de 20 minutos cada uno forman el último trabajo de los franceses. Telita. Proponen un rápido black metal melódico con numerosos cambios de ritmo, partes atmosféricas… Un dechado de buen gusto del que se pierde parte de frescura al ser los temas tan largos.
Another World (Avantgarde Music) marca el debut discográfico de Light Field Reverie, un proyecto internacional de gothic metal encabezado por Heike Langhans de Draconian y donde su voz es la que toma el protagonismo absoluto. Temas lentos y atmosféricos con ocasionales ramalazos cañeros, para un disco bonito.
Desde Canarias se presentan Mare Motus y su debut homónimo Maremotus (Nooirax), un disco de oscuro rock progresivo con ramalazos post-metaleros, en la onda de Mastodon pero con un regusto más atmosférico. Bien tocado, con temas largos y variados, es un disco que se deja escuchar.