Uno de los daños colaterales de la salida de Portnoy de Dream Theater fue la desaparición del radar de Liquid Tension Experiment. Vale, tuvieron dos años locos en los que publicaron los magníficos LTE1 y LTE2 (este último roza cotas de perfección), y en 2008 hicieron gira y disco en directo, pero la marcha de Portnoy congeló cualquier posibilidad de tener nueva entrega.
El progresivo acercamiento entre Portnoy y sus excompañeros de Dream Theater (salvo con LaBrie, se ha reunido con todos, musical o extramusicalmente) se plasmó primero en la participación del batería en el segundo disco en solitario de John Petrucci (y donde una vez más la química musical entre ambos es palpable) y ahora, 22 años después, en el retorno de Liquid Tension Experiment.
El cuarteto Portnoy/Levin/Rudess/Petrucci se reunió en el estudio de Dream Theater encargándose tanto de la música como de la producción, con la única ayuda de dos ingenieros. Con gente experimentadísima como ésta el resultado es una producción limpia y nítida, en la que el equilibrio entre los instrumentos y sus partes solistas, con fuertes reminiscencias al sonido de los dos primeros discos. Hay momentos en los que parece que el tiempo no ha pasado por ellos y que este álbum se ha grabado casi al tiempo de los otros dos.
Por si no lo había mencionado, esto es metal progresivo instrumental. Sin la necesidad de crear
secciones rítmicas para que la voz destaque por encima, los cuatro músicos se lanzan desbocados a escribir con libertad absoluta. Por tanto, a lo largo de todos los temas se van sucediendo partes melódicas y partes frenéticas, solos y demostraciones técnicas. A mí en particular los que más me han gustado han sido Hypersonic, The Passage of Time, la curiosa versión que hacen del tema de los años 20 Rhapsody in Blue, que llevan muy bien a su terreno y Key to the Imagination, con reminiscencias a los tiempos del Awake de Dream Theater.
En cuanto al CD de bonus que se incluye, estamos ante varias jams, tal y como se desprende de su título, “A Night at the Improv”. Como anécdota no está mal, aunque se nota que los temas están menos trabajados y son más espontáneos.
Qué decir de este disco. Desborda musicalidad a raudales y deja patente la buena química existente entre los músicos, algo que se traslada al oyente. Puede que hayan perdido un poco el elemento innovador, pero sin duda alguna estamos ante un gran trabajo de rock/metal progresivo.