Cuando me puse con este disco me esperaba otro álbum de metalcore melódico con estrofas agresivas y estribillos poperos y veo que me he equivocado, al menos parcialmente.

Ioutunn es una banda danesa de death metal melódico moderno. Fundada en 2013 por los hermanos Jesper y Jens Gras (guitarras) y el batería Bjorn Andersen, en 2016 publicaron un primer EP, The Wizard Falls. Tras varios movimientos de personal, el trío fundador reclutó un nuevo vocalista, Jon Aldara, y un bajista, Eskil Rask, con los que completar la alineación.

Este quinteto es el que ha grabado las pistas del disco, que ha sido mezclado y masterizado por el afamado Fredrik Nordstrom en sus Fredman Studios en Goteborg. El resultado es un disco de sonido moderno, en la onda de los últimos trabajos de Dark Tranquillity pero con un sonido más afilado en las guitarras, que a su vez gozan de todo el protagonismo en la mezcla. Hay alguna aparición de teclados aquí y allá, pero son las guitarras las que soportan el peso de la música, incluyendo algún solo bastante molón. En la voz tenemos la combinación de tonos guturales y una voz limpia y melódica (vaya, resulta que no estaba tan equivocado) que se encarga de ir dando matices a la música. Finalmente, la sección rítmica goza de un sonido sólido y monolítico: la batería suena quizá demasiado disparada, mientras que el bajo se encarga de»espesar» el sonido, como es tan habitual en el metal moderno.

Musicalmente Iotunn son clasificables a priori como una banda de death metal melódico, pero es cierto que a lo largo de los temas van dejando pinceladas de otros géneros, sobre todo con varios ramalazos de aire progresivo, pero también algún guiño al metalcore más comercial. De esta manera tenemos un disco variado, en el que hay partes rápidas puramente suecas, partes más reposadas donde, en función del riff, entra la voz limpia y alguna parte más pesada propia del metal moderno.

Todas estas influencias hacen que nos encontremos ante temas bastante largos ya que, con apenas siete canciones, el disco supera la hora de duración. El disco empieza con Voyage of the Garganey I en el que tras una intro a base de teclados, tenemos un tema cañero con un pegadizo estribillo con voz limpia y aire popero, el mejor tema del disco; le sigue Access All Worlds, de aire más melódico, progresivo y accesible, con predominio de la voz limpia. A continuación Laihem’s Golden Pits eleva de nuevo las revoluciones, en un tema rapidísimo.

El disco avanza con Waves Below, tema que recupera los altos minutajes, aunando todas las influencias mencionadas y con un riff bastante pegadizo en el que el acompañamiento de teclados toma más protagonismo; en The Tower of Cosmic Nihility se alternan partes rápidas y pesadas, un buen tema de death metal progresivo; The Weaver System transita por esa misma senda, quizá marcando más la parte melódica y dando más protgonismo a la voz limpia; remata el disco Safe Across the Endless Night, una odisea progresiva de trece minutos en la que Iotunn se explayan a gusto, creando un tema muy completo.

El disco no está mal, se deja escuchar y resulta entretenido. No termina de cuajarme el tono de la voz limpia y creo que en ocasiones pecan de «complicar» los temas en exceso, pero no está mal.