Empezamos con Mount Carcass (Metal Blade), el tercer disco de los alemanes Endseeker, banda que por sonido podría pasar por oriunda del centro de Estocolmo. Con esto queda descrita su propuesta musical: death metal melódico de la vieja escuela. Endseeker repiten la fórmula conocida hasta la saciedad, tanto a nivel de producción como de composición. Los temas están bien (es un estilo musical que no tiene fisuras), por lo que se puede decir que no es un mal disco, pero de originalidad van muy, muy justos.

Fractal Universe es una banda francesa de death metal técnico y progresivo que publica The Impassable Horizon (Metal Blade). Beben directamente de las bandas de la segunda ola del género como Necrophagist u Obscura, sin ocultar por un segundo cuáles son sus influencias. A lo largo del disco encontramos numerosos cambios de tempo, riffs intrincados, solos y melodías, partes rápidas y atmosféricas… Metal extremo perfectamente ejecutado, aunque algo falto de originalidad.

Otra banda francesa es Supuration, que publica Back from the Crematory (Xtreem Music), recopilatorio de sus primeras demos, grabadas entre 1989 y 1990. Un fiel reflejo de lo que era construir una banda, en el que se puede apreciar cómo van creciendo y depurando su sonido. Un bonito recuerdo de los tiempos previos a convertirse en SUP y sumergirse en un estilo mucho más enrevesado.

Primera incursión de Swallow the Sun en los discos en directo. Este 20 Years of Gloom, Beauty and Despair – Live In Helsinki (Century Media) fue grabado en febrero de 2020, antes de que la pandemia lo mandara todo al carajo, y sirve para conmemorar el 20o aniversario de su debut. El set se compone de dos partes, la primera siendo la parte acústica del genial Songs from the North y la segunda parte un setlist elegido por los fans, donde ya entran en juego las guitarras eléctricas y los guturales. Buen sonido y buenos temas para un álbum que nos deja con ganas de más después del impresionante When a Shadow is Forced into the Light.

Una banda que desconocía y que hay que seguir es Borgne, que acaba de publicar Temps Morts (LADLO): un buen disco de black metal mezclado con una base rítmica y teclados industriales que sirven para realzar la frialdad del sonido. Los temas son variados, alternando partes rápidas a piñón fijo y otras más pesadas y majestuosas. A pesar de que el disco se va casi a los 75 minutos (y son solo 9 temas), en ningún momento llega a perder frescura, puesto que mucho minutaje son interludios que sirven de transición entre los temas. De lo más original que he escuchado últimamente.