El ejemplo de Cradle of Filth es uno de resistencia y perseverancia. Entre finales de los 90 y la primera mitad de la década de 2000 estuvieron a punto de dar el salto a la primera línea del mundo del metal. Tras cuatro primeros discos espectaculares, dieron el salto a Sony Music, con quienes grabaron el decente Damnation and a Day, un disco ambicioso y que, sin embargo, no llegó a alcanzar las mismas cotas de popularidad que sus primeras obras.
Así, empezaron a publicar una serie de discos irregulares hasta que en 2015 se destaparon de nuevo con el genial Hammer of the Witches, un disco que traía de vuelta el sonido original de la banda, sonido que continuó en el siguiente álbum, Cryptoriana (The Seductiveness of Decay). Ahora llega el momento de demostrar que con este Existence is Futile la banda sigue en forma.
Cómo no, este disco fue también víctima de la pandemia, los confinamientos y las restricciones de viaje, que en una banda con dos componentes residentes en el extranjero (los checos Ashok -guitarras- y Marthus -batería-) supuso todavía un mayor trastorno. A pesar de todo, se pusieron bajo los mandos de Scott Atkins para registrar este álbum, que supone el debut de la nueva teclista/vocalista Annabelle (¿cuántas vocalistas han pasado por la banda desde que se fue Sarah Jezebel Deva?). En este aspecto decir que su aparición es todo un descubrimiento, con una de las mejores intervenciones de la voz femenina que recuerdo desde la marcha de Sarah.
El disco suena muy bien. La producción está muy lograda, con un muy buen equilibrio entre teclados y guitarras, que hacen un trabajo sobresaliente lleno de buenos riffs, con un sonido de batería seco y contundente, mientras que el bajo, como es habitual últimamente en el metal moderno, se limita a llenar los huecos y acompañar, sin permitirse florituras. Así, el sonido general evoca en cierta medida al heavy metal clásico y los temas hacen gala de una acertada combinación de rapidez, contundencia y partes atmosféricas.
La tétrica intro The Fate of the World on Our Shoulders da paso a Existential Terror, donde desde un primer momento se deja patente el protagonismo de las guitarras y el contundente sonido de batería. El tema es pegadizo e introduce partes rápidas. Dani Filth se muestra vocalmente en forma, alternando entre todos sus registros, desde el gutural al agresivo y al agudo. Le sigue uno de los primeros adelantos, un Necromantic Fantasies que goza de una pegadiza melodía en su inicio y que luego se convierte en el leit motiv del tema, sustentada por la guitarra y la voz de Anabelle, todo un descubrimiento. Es un tema dinámico y pegadizo, con un buen solo de guitarra y que funciona muy bien, al igual que Crawling King Chaos, el otro adelanto, más agresivo y contundente, que funciona muy bien y que tira para la vertiente más extrema.
El primer tramo del álbum llega a su fin con la instrumental Here Comes a Candle… (Infernal Lullaby), que sirve de primer reposo antes de Black Smoke Curling from the Lips of War. Un tema rápido, que recupera los cruces entre Dani Filth y la voz femenina, pegadiza y saca un solo digno del heavy metal clásico y un blastbeat brutal. El descanso llega con Discourse Between a Man and His Soul, en el que bajan las revoluciones, la guitarra se luce en los riffs y los teclados los envuelven de forma sobresaliente, dando como resultado una especie de balada black metal. La voz de Anabelle da entrada a The Dying of the Embers, donde la intensidad recupera el protagonismo, aun sin alcanzar altas velocidades. De nuevo la guitarra se gusta en los riffs y la parte final es ciertamente pegadiza, con lo que el tema acaba siendo bastante resultón.
Otra instrumental, Ashen Mortality, sirve de reposo antes de encarar la parte final del álbum. How Many Tears to Nurture a Rose? empieza sin dar respiro, rápido pero con la guitarra lanzando un solo por debajo de la voz de Dani. Un rápido riff, un melódico estribillo y un pueste atmosférico completan el tema, dinámico y pegadizo y de aire al metal clásico. El siguiente tema, Suffer Our Dominion sigue en la misma onda, quizá algo más contundente, más rápido y directo y menos ornamentado pero con un estribillo igualmente atmosférico y una sección intermedia y solo en la misma onda clásica. Así llegamos al final del disco con Us, Dark, Invincible, un tema rápido y contundente que no huye de las partes atmosféricas
Quedan las consabidas bonus tracks, Sisters of the Mist y Unleash the Hellion, ambos de aire más clásico y que, sin ser malos temas, bajan de nivel respecto del resto de temas.
Me parece un disco sobresaliente. Cradle Of Filth disfrutan de una segunda juventud desde el Hammer of the Witches, y este Existence is Futile es la joya de la corona, un disco que en una situación normal les devolvería a las más altas cotas de protagonismo. Sin duda de lo mejor de 2021.