Portal Tombs (Century Media) es el segundo álbum de los suecos Mass Worship, banda fuertemente inspirada en Meshuggah, con fuertes aires industriales y exos de At The Gates y similares en los solos y ocasionales melodías. Presentan un disco de sonido monolítico, con una base rítmica pesada y unas líneas de bajo oscuras y repetitivas y unos riffs de guitarra chirriantes y corrosivos. La producción es densa y está bastante saturada, dando así sensación de un sonido apocalíptico, opresivo y agónico que, personalmente, me ha costado digerir.

Los tasmanos Psycroptic tienen nuevo álbum, Divine Council (Prosthetic Records). Se mantienen fieles al death metal técnico que les hizo conocidos, solo que con el tiempo han ido rebajando revoluciones, introduciendo pasajes más pesados. Por lo demás, se mueven en un justo equilibrio entre técnica y brutalidad, creando temas dinámicos, accesibles y pegadizos no exentos por ello de agresividad. Siguen en forma.

Puro death metal de la vieja escuela es lo que nos ofrecen Hissing en su segundo trabajo, Hypervirulence Architecture (Profound Lore). A mí los primeros compases me han parecido una copia descarada de Morbid Angel con una voz mucho más gutural y algún ramalazo black metalero, con una producción caótica digna de principios de los 90. Los temas transcurren en su mayoría a toda pastilla y sólo en algún tema se intercalan partes más pesadas o dinámicas que ayuden a respirar a la música, lo que acaba por agobiar al oyente.

Los veteranos Excalibur han publicado su cuarto trabajo, Volando hacia el Infierno (Fighter Records). Formados en 1984, tras un parón de casi 20 años han vuelto publicando dos discos desde 2017. Su propuesta es un heavy metal con fuertes tintes hard rockeros y estribillos pegadizos de aire popero, el típico heavy metal español de los 80 solo que con un sonido puesto al día. Hay buenos momentos, pero no lo suficiente como para terminar de llamar la atención.

El dúo francés Lunar Tombfields nos presenta su debut discográfico, The Eternal Harvest (LADLO Prod), un buen trabajo de black metal atmosférico que me recuerda poderosamente al Om de Negura Bunget. Temas largos (cuatro temas en 47 minutos), llenos de detalles, de secciones tanto atmosféricas como agresivas que se intercalan con sumo gusto y un fuerte aire pagano en la música, alejado de la furia satánica del black noruego. La producción acompaña, dando un aire crudo al sonido de guitarras que contribuye a sumergirse aún más en la propuesta de la banda.

DISCO DE LA SEMANA

Es curioso el caso de Demonical. Fundada por miembros de Centinex tras la disolución de la banda, desde 2014 ambas bandas conviven con resultados diversos. Mientras Centinex se ha estancado en su trayectoria, Demonical continúan publicando discos de muy buen death metal sueco de la vieja escuela como este Mass Destroyer (Agonia Records). Todos los ingredientes del género están presentes en este álbum, ejecutados a la perfección: un cúmulo de partes rápidas, pesadas y pegadizas se suceden, con riffs intensos, melodías pegadizas y algún solo esporádico. Un sobresaliente disco de puro death metal sueco.