Gojira – Fortitude (2021)

Que Gojira son una de las bandas mejor tratadas por los medios de prensa del metal en la última década es una realidad. A mí me han aburrido soberanamente y eso que lo he intentado una y otra vez, buscando en su música virtudes que no lograba distinguir. Sí, técnicamente son muy buenos, son capaces de hacer muchas cosas y su estilo es ciertamente original. Pero conexión conmigo, cero.

Dicho esto, a lo largo de sus 20 años de existencia han escalado hasta el estrellato y ya con su tercer álbum, From Mars to Sirius (viaje parecido al vital Baiona – Nueva York de su vocalista/guitarrista Joe Duplantier), podías verles a una altura excepcional. Luego ya el hype bajó un poco, aparecieron nuevas bandas igual de modernas (como Jinjer) y Gojira parecían haber perdido tanta presencia en los medios: cierto es que su estética, de tipos normales, no vende portadas y que llevar 20 años con la misma formación tampoco genera noticias fuera del circuito de promoción habitual.

Con estos preliminares nos sentamos ante Fortitude, séptimo larga duración de su trayectoria. Grabado en los estudios Silver Cord, propiedad del mencionado Joe, y mezclado y masterizado por Andy Wallace y Ted Jensen, el disco suena de lujo. Equilibrado, con un balance entre instrumentos genial, nítido y a la vez contundente, nada pasa desapercibido al oyente.

Musicalmente, Gojira se mantienen dentro de su mundo, con una menor presencia del componente deathmetalero y convirtiéndose definitivamente en una banda más mainstream, sin renunciar a ocasionales ráfagas de violencia sonora, más controladas. El disco en concreto debe mucho, muchísimo, al Roots de Sepultura. Los temas son mucho más rítmicos, lo que ocasiona que la base rítmica (y en concreto de la batería) tengan un gran protagonismo. Ojo, que eso no significa que renuncien a la melodía, pero sigue siendo un elemento importante de su sonido.

Así pues, de los 11 temas del disco yo destacaría Amazonia (que no hubiera desentonado en el Roots de Sepultura), el riff pegadizo de New Found, el buen estribillo de Another World y el cañero Sphinx. Hay momentos brillantes en el resto, pero estos son para mí los más completos.

¿Ha mejorado mi opinión sobre Gojira? Pues no mucho. Sí que el disco me ha gustado algo más que los anteriores (que tampoco era muy difícil), pero no termino de apreciar todas las maravillas que hablan de ellos y no creo que dentro de 6 meses vuelva a pincharlo. Pero oye, qué sabré yo..

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